Escribo este post exactamente una semana después de darnos cuenta que nuestras vidas cambiarían para siempre y un día antes de verte por primera vez en la cita con el doctor (espero con todo mi corazón que todo esté bien).
Bebé, quiero contarte la historia en que tu papá y yo nos dimos cuenta que vamos a ser tus amorosos padres. Gracias a una aplicación poco confiable y una mamá despistada (estudiante de maestría, jaja) me di cuenta que se me había atrasado la regla hasta como 10 días luego, cuando ya eras una pequeñísima realidad.
El miércoles 20 de mayo del 2015 en la tarde noche estábamos viendo tele con Pantu y se me antojaron unas Lays, nada fuera de lo común, toda la vida he estado antojada de Lays, pero estaba lloviendo y nos dio pereza ir al AM. Como a la media hora paró de llover y aprovechamos para comprar, además de las Lays, una cerveza (para papito) y la famosísima prueba de embarazo que voy a guardar toda mi vida. Pantu se asustó en el AM y me orinó toda, y en medio de todo el caos, fui y me hice la prueba y me di cuenta que no era una rayita, eran dos. No podía creerlo y ha sido el mayor impacto de mi vida, luego llegó tu papá y nos abrazamos y lloramos juntos.
Ya luego llegaron tus abuelitos, tíos, llamadas, gritos... de lo más bonito.
Bebé:
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